Profesoras/es y referentes de las escuelas secundarias y primaria de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) participaron junto a autoridades y el equipo de la Dirección de Educación a Distancia e Innovación Educativa (EaD) de la reunión de cierre, balance y proyección del Programa de Formación Complementaria (For +).   

Durante la jornada, se realizó una evaluación de lo trabajado durante 2022 (en el inicio del programa) y 2023, como así también una proyección, perspectivas y desafíos para el año próximo.  

La bienvenida estuvo a cargo de la Directora de EaD, Mariela Meljin, quien recordó que For+ nació con el objetivo de complementar la formación curricular de las/los estudiantes de las escuelas de la Universidad, y que esos aprendizajes se acreditan como suplemento al título, es decir, en un certificado que acompaña al analítico de egreso. En ese marco, resaltó que el desafío fue encarar estas propuestas a través de los escenarios de la educación a distancia,  metodologías activas y la mirada puesta en el diseño tecno-pedagógico.  

Meljin explicó que, en el año 2022, se desarrolló la microexperiencia denominada “Hablemos de... ¿Qué hacemos para frenar el ciberacoso?”, mientras que en 2023 se desarrollaron variadas propuestas como resultado de convocatorias docentes en torno a la programación, historieta digital, videojuegos, cuidado del medio ambiente y perspectiva de género. Estas propuestas tienen la particularidad de que no replican modelos y prácticas escolares:

“Creemos que hoy las/los adolescentes aprenden de otra manera y sus subjetividades están atravesadas por las tecnologías. Entonces, las dinámicas, los recorridos y los materiales claramente no pueden repetir lo que sucede en un aula tradicional, es decir, centrados solamente en la palabra del docente y el estudiante en una posición marcadamente pasiva”, manifestó al respecto.

En ese sentido, indicó que se buscó construir diseños y experiencias formativas inspirados en las nuevas tendencias pedagógicas que propician aprendizajes abiertos, ubicuos, flexibles, diversificados, gamificados, donde las/los estudiantes pueden tomar decisiones, resuelven problemas, producen contenido, se autorregulan, generan estrategias para el aprendizaje y pueden aprender con otros/as. 

Respecto a las propuestas en sí, subrayó que el foco está puesto en la calidad más que en la cantidad, y en que se espera que estas intervenciones en las instituciones inspiren y tensionen hacia procesos de innovación educativa.  

Por su parte, la coordinadora de la Dirección General de Educación Secundaria (DIGES), María Ana Barrozo, puso en valor la tarea llevada a cabo por las/los profesores y el equipo de EaD con distintas áreas de la Universidad e hizo hincapié en la importancia del trabajo conjunto.

“Es casi inevitable repensarse en las prácticas educativas, y nosotros lo vemos desde esta mirada de lo que supone pensar a futuro, en la manera de enseñar y de aprender. En diez años, nos imaginamos una escuela muy distinta a la que tenemos hoy. Pero no vale decir ‘el futuro va a ser diferente, habrá que pensar en otras formas’, sino que ya las estamos pensando. Y las pensamos juntos. Cuando ideamos FOR+ tenía que ver con una proyección, entendiendo que la escuela va a estar atravesada por múltiples experiencias como esta. Y este es un primer paso”, concluyó.  

A su turno, la Secretaria Académica, Fabiana Molina, señaló que estamos atravesando un contexto complejo, incierto y volátil que hace necesarias propuestas educativas con metodologías dinámicas que puedan desarrollar competencias para afrontar los sucesivos cambios.

“Nos obliga a revisar lo que hemos hecho y saber que tenemos que ir por más con los recursos que tenemos. Tenemos que saber barajar y dar de nuevo”, dijo. Respecto a las/los estudiantes, consideró que “estamos frente a una generación distinta a lo que conocemos”, una generación que demanda desafíos constantes. En cuanto al desarrollo del programa, resaltó la necesidad de hacer una articulación entre primaria-secundaria y secundaria-universidad, poniendo énfasis en el desarrollo de competencias, especialmente en la comprensión y el razonamiento.  

Durante la reunión, se proyectó un video a modo de resumen de lo realizado en 2022 y 2023, y mediante una presentación se expuso cuáles fueron los logros y las dificultades que surgieron y lo que vendrá de cara al 2024. En ese contexto, se hizo referencia al diseño tecno-pedagógico de las propuestas y sus diferentes etapas: recepción de propuestas, asesoría pedagógica, creativa y comunicacional (producción y difusión), implementación (articulación con instituciones a través de los referentes), evaluación (certificaciones). Cabe destacar que los ejes que sustentan estas decisiones son: la/el estudiante como protagonista, el rol del/de la docente como mediador/a, la narrativa y el diseño convocante a través de retos o desafíos. 

Asimismo se trabajó en torno a los desafíos que plantean las propuestas del FOR+, entre ellos, el correrse de las lógicas curriculares escolares tradicionales, ensayar otros formatos, utilizar distintos escenarios de aprendizaje (entornos virtuales, híbridos, combinados), buscar la identificación y apropiación de los proyectos por parte de las escuelas; la disponibilidad del tiempo de las/los estudiantes y la necesidad de mejorar la comunicación y difusión de las propuestas para que lleguen a más estudiantes. 

Para el año próximo está previsto el lanzamiento de ocho propuestas que apuntan al desarrollo de diferentes competencias y que se encuadran en áreas como la robótica, habilidades para la vida y el trabajo, agroecología y medioambiente, programación e inteligencia artificial (IA), entre otras. 

Las/los presentes compartieron experiencias y miradas respecto a la iniciativa, no sólo a nivel profesional e institucional sino también desde lo personal. En ese marco, hubo una instancia de trabajo grupal en la cual pusieron en común las dificultades que encontraron en el camino, las expectativas y sugerencias para continuar con los proyectos del año próximo.